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FUENTE: http://escritosdeunsalvaje.blogspot.com/2011/08/hurto-hurto-hurto.html
MARTES 23 DE AGOSTO DE 2011
HURTO HURTO HURTONapoleón Pisani Pardi
Sí, cuatro esculturas del artista peruano Víctor Delfín, fueron hurtadas de mi casa en la urbanización Santa Inés. Y ofrezco una gratificación a la persona que indique, con certeza, el lugar donde estén esas esculturas.
En 1970 el escultor Víctor Delfín realizó una exposición individual en la galería Néstor Chacín, que estaba situada en la Calle Madrid de la urbanización Las Mercedes, en Caracas. Cuatro años después de aquella exhibición de las esculturas del artista peruano, compré cuatro de esas obras en la galería de mi amigo Néstor Chacín, quien fue mi condiscípulo en la primaria del viejo Colegio Los Jardines. Néstor había vivido muchos años en el Perú, donde se casó con una bella y culta mujer, amante del arte, como él; y ese gusto compartido, les permitió relacionarse con los artistas que trabajaban en aquel país, uno de esos artistas fue Víctor Delfín, a quien admiraban y valoraban debidamente sus creaciones. Cuando los esposos Chacín se establecieron en Caracas, contrataron los servicios de la agencia de publicidad Empresarial, dirigida por Rafael Groscoors, y donde trabajaba mi amigo Carlos Dorante, para que los asesorara en la creación de una galería de arte. Entonces Carlos me contactó y me pidió les diera algunas orientaciones sobre el particular. Días después me reuní con Rafael y Carlos en el restaurante La Quinta de Simón, donde habían citado al “cliente” para almorzar y hablar acerca de la futura galería de arte. A la media hora de estar reunidos en el restaurante, llegó el “cliente”, quien resultó ser Néstor Chacín, mi amigo de la infancia.
Bien, luego de aquel reencuentro tan agradable comenzamos a trabajar en lo de la galería, la cual sería inaugurada con una gran exposición de las esculturas del artista peruano Víctor Delfín. Esta es una breve historia de cómo fue el inicio de la galería de mi buen amigo Néstor Chacín, que a cambio de mi colaboración, ad honorem, en la creación de su establecimiento artístico, me vendió las esculturas “a precio de gallina flaca”, y que alguien años después, las hurtó de mi casa. En noviembre de 1975, el Taller Guayasamin, que estaba en el Centro Comercial Mata de Coco en Caracas, realizó una exposición individual de Víctor Delfín, con el título de Aves de América, unas de esas aves, parecidas a las que hurtaron de mi casa, ilustra este texto donde denuncio ese hecho delictivo.
Ver, en el blog, un Aviso Importante, al final del artículo Los Otros Habitantes de la Ciudad, ver, asimismo, En Busca de la Estatua Perdida, donde se hallará más información acerca de las esculturas hurtadas al pintor Napoleón Pisani Pardi.
Napoleón Pisani Pardi
Sí, cuatro esculturas del artista peruano Víctor Delfín, fueron hurtadas de mi casa en la urbanización Santa Inés. Y ofrezco una gratificación a la persona que indique, con certeza, el lugar donde estén esas esculturas.
En 1970 el escultor Víctor Delfín realizó una exposición individual en la galería Néstor Chacín, que estaba situada en la Calle Madrid de la urbanización Las Mercedes, en Caracas. Cuatro años después de aquella exhibición de las esculturas del artista peruano, compré cuatro de esas obras en la galería de mi amigo Néstor Chacín, quien fue mi condiscípulo en la primaria del viejo Colegio Los Jardines.
Néstor había vivido muchos años en el Perú, donde se casó con una bella y culta mujer, amante del arte, como él; y ese gusto compartido, les permitió relacionarse con los artistas que trabajaban en aquel país, uno de esos artistas fue Víctor Delfín, a quien admiraban y valoraban debidamente sus creaciones.
Cuando los esposos Chacín se establecieron en Caracas, contrataron los servicios de la agencia de publicidad Empresarial, dirigida por Rafael Groscoors, y donde trabajaba mi amigo Carlos Dorante, para que los asesorara en la creación de una galería de arte. Entonces Carlos me contactó y me pidió les diera algunas orientaciones sobre el particular. Días después me reuní con Rafael y Carlos en el restaurante La Quinta de Simón, donde habían citado al “cliente” para almorzar y hablar acerca de la futura galería de arte. A la media hora de estar reunidos en el restaurante, llegó el “cliente”, quien resultó ser Néstor Chacín, mi amigo de la infancia.
Bien, luego de aquel reencuentro tan agradable comenzamos a trabajar en lo de la galería, la cual sería inaugurada con una gran exposición de las esculturas del artista peruano Víctor Delfín.
Esta es una breve historia de cómo fue el inicio de la galería de mi buen amigo Néstor Chacín, que a cambio de mi colaboración, ad honorem, en la creación de su establecimiento artístico, me vendió las esculturas “a precio de gallina flaca”, y que alguien años después, las hurtó de mi casa.
En noviembre de 1975, el Taller Guayasamin, que estaba en el Centro Comercial Mata de Coco en Caracas, realizó una exposición individual de Víctor Delfín, con el título de Aves de América, unas de esas aves, parecidas a las que hurtaron de mi casa, ilustra este texto donde denuncio ese hecho delictivo.
Ver, en el blog, un Aviso Importante, al final del artículo Los Otros Habitantes de la Ciudad, ver, asimismo, En Busca de la Estatua Perdida, donde se hallará más información acerca de las esculturas hurtadas al pintor Napoleón Pisani Pardi.
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FUENTE:
Jack Noticias | El Primer Portal de Noticias DistritalMunicipalidad de Lima inauguro exposición “Delfín 2009″
Sábado, 17 enero del 2009 a las 23:19
Archivado en Lima con 0 comentarios Visitada 200 veces.
Lima.- Alcalde Luis Castañeda Lossio resaltó valía de la obra del notable artista nacional. En homenaje al maestro Víctor Delfín y al 474 aniversario de la fundación de Lima:La Municipalidad de Lima inauguró en la Galería Pancho Fierro la Exposición “Delfín 2009″, en homenaje al maestro Víctor Delfín y en reconocimiento al 474 aniversario de fundación de la ciudad de Lima.
El Alcalde Luis Castañeda Lossio fue en el encargado de inaugurar la exposición, resaltando las calidades personales y profesionales del distinguido artista nacional, cuyo arte, señaló, constituye una amalgama de circunstancias que plasma en sus obras.
Dijo que la vida de Delfín es una provocación y su obra es una respuesta racional y artística, de la cual es un admirador. Momentos después el Alcalde le obsequió un hermoso ejemplar de las acuarelas de Pancho Fierro.
Por su parte, el maestro Delfín agradeció al Alcalde y a la Municipalidad de Lima por exponer sus obras y por promover la cultura en el país. Señaló que ello constituye una gran satisfacción, porque pocas veces los sueños de un artista se concretan.
También hizo uso de la palabra el señor Juan Ignacio de la Vega, gerente general del Banco Interamericano de Finanzas, institución financiera auspiciadora de la exposición, quien puso en relieve la valía del artista y el compromiso institucional de apoyar la cultura.
La exposición estará abierta hasta el 15 de febrero, tanto en la Galería Pancho Fierro, como en el Pasaje Santa Rosa y el Paseo de los Escribanos de la Plaza de Armas.
La exposición reúne variada selección de obras en pintura, escultura y orfebrería de Víctor Delfín, maestro cuya obra ha dejado una impronta significativa en el arte peruano de las últimas décadas. La organización de la exposición está a cargo de la sub gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima, que dirige la señora Mónica Aurich.
Fuente: Hector Huapya Sánchez
FUENTE: http://www.andina.com.pe/espanol/Noticia.aspx?id=eC++N8n6d98=
Exponen obras de Víctor Delfín en San Borja
Lima, jun. 12 (ANDINA). En homenaje al maestro peruano Víctor Delfín y conmemorando el 26º Aniversario de San Borja, la Municipalidad del distrito presenta la exposición ‘Delfín 2009’, que estará abierta del domingo 14 de junio al miércoles 15 de julio de 2009, en el Anfiteatro del Parque de la Felicidad.
‘Delfín 2009’, logra así nuevamente acercar el arte de Víctor Delfín a todos los peruanos, y en este caso a los vecinos de San Borja.
Esta exposición, reúne una variada selección de obras tanto en pintura, escultura y orfebrería de nuestro multifacético artista nacional, las cuales podrán ser apreciadas de lunes a viernes.
Víctor Delfín (Piura, 1927) es un artista cuyo trabajo como escultor de metal, pintor, grabador, tallador en madera y realizador de imponentes monumentos públicos, ha mantenido su decisiva presencia en la escena artística nacional e internacional, alimentada por el carácter social y crítico de su actividad política en defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción.
El alcalde de San Borja, Alberto Tejada, destacó la importancia de la exposición señalando que constituye una ocasión especial para rendir un merecido reconocimiento a Víctor Delfín por su trayectoria artística y su labor como defensor de la democracia en el país.
(FIN) NDP/RES Fecha: 12/06/2009
Esta exposición, reúne una variada selección de obras tanto en pintura, escultura y orfebrería de nuestro multifacético artista nacional, las cuales podrán ser apreciadas de lunes a viernes.
Víctor Delfín (Piura, 1927) es un artista cuyo trabajo como escultor de metal, pintor, grabador, tallador en madera y realizador de imponentes monumentos públicos, ha mantenido su decisiva presencia en la escena artística nacional e internacional, alimentada por el carácter social y crítico de su actividad política en defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción.
El alcalde de San Borja, Alberto Tejada, destacó la importancia de la exposición señalando que constituye una ocasión especial para rendir un merecido reconocimiento a Víctor Delfín por su trayectoria artística y su labor como defensor de la democracia en el país.
(FIN) NDP/RES Fecha: 12/06/2009
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FUENTE: http://www.generaccion.com/magazine/678/victor-delfin
Jueves, 09 de julio del 2009VÍCTOR DELFÍN
Un apasionado por la vidaTuve la suerte, hace algunos años, de compartir con él una conversación en su casa, una conversación que marcó mi admiración por un personaje hasta entonces ajeno, desconocido. La casualidad me acercó esta semana a él otra vez. Su trabajo escultórico y pictórico me sorprendió caminando en un parque en San Borja, me atrajo nuevamente, e invitó a contarles sobre aquel encuentro, sobre aquel día.Por: Laylah Ferreyra A.UNA MAÑANA DE AGOSTO
Esa mañana, muy temprano, asistí a lo que sería mi primera entrevista con un personaje de renombre. Con una persona apreciada, querida y también polémica. Una inmensa escultura me dio la bienvenida, mucho jardín, mucho verde, una casa que no era una casa, un taller que no era un taller... una incógnita. Indescifrables esculturas talladas en bronce y metal emergían como árboles, sacudían mis retinas con el color... la fusión entre el mar que azotaba a lo lejos y el sonido de mi respiración consumaban una sinfonía particular.
Víctor Delfín construyó en el distrito de Barranco este lugar, un especial refugio para su inventiva y creación. Esperé unos minutos en el jardín interior y por una portezuela tallada entré a un espacio mágico. Un caballo dorado llamó mi atención, sumergiéndome entonces en la conciencia del artista plástico, en la esencia del hombre humilde que logró fabricar piezas únicas, fuertes. En eso su voz rompió el silencio, "Pase por favor, siéntese un momento".
Mi estadía en su casa se estaba transformando en un gran juego, de pronto, sentía que alguien supremo lo proponía. Retaba mi imaginación, mi curiosidad. Cada habitación era más interesante que la anterior, cada una mantenía el equilibrio perfecto entre locura y pasión. Cuadros de distintos tamaños, murales incendiados de color, espejos, rincones y resquicios aprovechados al máximo por el artista para generar sensaciones. Despertar la emoción.
SU COMPROMISO SOCIAL
Víctor Delfín, piurano de nacimiento, ya tiene 82 años, está comprometido desde siempre con los derechos humanos y la lucha anticorrupción. Ha mantenido activamente su presencia en el país alimentándola con su naturaleza social, no solo de artista. Es por ello que me intrigó cómo surge el instinto por los demás, cómo su vocación de artista lo llevó a su activismo político.
"Yo pienso que un artista es como cualquier espíritu humano, no tiene ninguna diferencia. El arte no lo excluye de los problemas, todo lo contrario. A medida que uno va enriqueciéndose a través de la cultura, que es una pedagogía, se va dando cuenta y adquiere una cultura general. Un sentimiento justo sobre la vida.
Entonces uno no se quiere perder la oportunidad de hacer algo por su entorno. Y yo creo que la característica esencial de un artista es transformar el mundo. Cuando a mi me preguntan por qué me inmiscuí en los problemas políticos, yo creo que es un deber. Es una decisión moral, porque uno tiene un compromiso con su suelo, con su pueblo, yo me siento muy agradecido con el Perú que me ha dado tanto..."
Meditando en las casualidades y de cómo la vida se encapricha, porfía en acercarte a aquello que algún día fue especial; la exposición que me regresó al recuerdo de este encuentro con Víctor Delfín está ubicada frente al Cuartel General del Ejército, el Pentagonito, en el Anfiteatro del hermoso Parque de la Felicidad, en el distrito de San Borja.
Parada allí, rodeada de su obra, esculturas, piezas de orfebrería, murales, enormes lienzos, su orgulloso y desafiante autorretrato, pensaba cómo ha cambiado el país. En los años de Fujimori y Montesinos, cuando Víctor Delfín vigorosamente batalló con estudiantes universitarios y activistas por la recuperación de la democracia, hubiera sido impensable que se pudiera apreciar su trabajo frente al Pentagonito, símbolo del poderío corrupto, dolorosa época para la libertad de expresión.
Complejas curiosidades que el tiempo guarda, sin embargo, creo que no es tanta casualidad. La oportunidad de restituir la presencia de Víctor Delfín en la escena cultural de la ciudad siempre será una buena y necesaria noticia.
Sobre esa etapa de lucha social nos contó... "Durante esos ocho años de lucha, adquirí la experiencia más formidable de mi existencia, haber alternado con los obreros, con los estudiantes, con las adoloridas madres de las víctimas de los desaparecidos, mi contacto fuerte con la juventud... Ahora cuando salgo a la calle me siento protegido por mi pueblo, por mi sociedad".
EL QUEHACER DEL ARTISTA
La sensación de estar en el lugar correcto es algo que Víctor Delfín conoce muy bien, la vocación por el arte, esa divina enfermedad, lo llevó a elegir, desde muy niño, su camino. Escogió comprar lápices de colores y hojas de papel en lugar de medias y zapatos para reemplazar los que tenía. A pesar de las carencias y pobreza, su familia lo arropó con cariño y dedicación, abrigando sus sueños, estimulando su mente. Menor entre siete hermanos, capturó el afecto y engreimiento de sus padres, quienes le enseñaron, a pesar de los mimos, a no ser egoísta.
Llegó a Lima con 19 años, huyendo de un amor adolescente no correspondido, orgulloso y terco decidió emprender su desafío. La Escuela de Bellas Artes era el punto final de la travesía, postuló plagado de temores porque no había podido pintar o dibujar con carboncillos, no conocía los óleos, la desventaja era gigante, pero el talento también.
Becado durante ocho años por su indiscutible potencial, tuvo que hacer mientras tanto de todo para sobrevivir, ayudante de construcción, jardinero, gasfitero, la vida dura que lo trasladó a la esencia misma del ser humano. Sus exposiciones y muestras han recorrido Europa, Nueva York, Ecuador, y muchos otros lugares que han ayudado a trazar una ruta artística apreciable, consagrando su nombre como uno de los más importantes artistas latinoamericanos.
Su capacidad multifacética ha explotado en todos los campos de la plástica, persiguiendo sin miedo direcciones disímiles, tallado en madera, grabado en metal, pintura, murales, orfebrería, es decir, un inagotable trabajo que buscó desesperadamente tocar todo aquello que existe para comunicar.
Su visión crítica lo hizo reflexionar sobre el arte y la situación en el país, reflexiones muy personales que recobran importancia cada día. "La gran obra teatral no se ha hecho en todos estos años. Ha habido una ausencia de los artistas, y yo creo que se debe a una falta de generosidad. La mayoría está pensando en Europa, en otro mundo. Los peruanos no amamos el Perú, ese es el problema de la gente... eso hay que corregirlo, y es a través del arte, que siempre deja una enseñanza. Uno se va liberando, se va cuadrando, se da cuenta quién es".
Por ello su obra siempre está dirigida a la calle, "para mí la cosa está en la calle" el arte que se integra con el público, que no lo excluye. Han pasado varios años y vuelvo a toparme con Delfín en un parque, al aire libre y renuevo mi esperanza en que el arte va a seguir fluyendo en la ciudad, pero así, naturalmente. "Es una pedagogía, eso es el arte. Yo no tengo más que tercero de primaria, no necesité ir a estudiar secundaria, y a veces hasta me felicito... eso sí, leo bastante" (Víctor Delfín).
DE FRENTE AL MAR
Una feliz iniciativa de la Municipalidad de San Borja, haber celebrado los 26 años del distrito con esta exposición, una propuesta que alegra la vista, el corazón y reconoce el trabajo de un artista peruano. Involuntariamente el tiempo retrocede, el sello de Víctor Delfín confronta, cuestiona. Rescata la persistente interrogante de por qué llegamos a tanto, por qué la intolerancia y corrupción se instaló en nuestro país, por qué, en algunos casos, se sigue instalando.
El mundo interior de Víctor Delfín se traduce en su obra, se manifiesta con una fortaleza enérgica, se lee en esa capacidad intuitiva de medir el pulso de la ciudad, de la gente común, como la escultura del Parque del Amor, aquella pieza mítica que muestra un apasionado beso. Una muestra de que no existe límite, no hay prejuicios inmiscuidos en el proceso creativo. La entrega no ofrece resistencia.
"Haber nacido con esta facultad ha sido una bendición, porque cuánto me he divertido, cuánto he vivido, cuánta gente hermosa he conocido, es decir, me puedo morir esta tarde con la absoluta convicción de que la he pasado muy bien". Su admiración más grande es por la vida, la gratitud por lo recibido y la sencillez con la que ha llevado su éxito, lo inspiran a apreciar lo más pequeño, lo más simple.
Así como la chatarra se convierte en arte, así como el material despreciado en sus manos encuentra forma, estilo, identidad. "Yo me despierto muy temprano asustado porque de repente es el último día. Apenas aparece un rayo, como no tengo cortinas en mi dormitorio que está frente al mar, veo la luz, y me despierto. El día para mí es una especie de regalo. Siempre es un hermoso regalo".
Si hay algo que nunca olvidé de aquel día fue la calidez de su mirada, la combinación entre rigor y delicadeza, escucharlo admitir con cierta pena que es un "apasionado pero mientras dura el instante", comprenderlo a través del tiempo, percibir mejor su inquietud por el presente, su desgano por el futuro.
Su desapego a los vínculos establecidos y su universal espectro de afecto cuando me dijo que veía a las personas como símbolos, cada niño es su nieto, cada joven su hijo... no le pertenecen sólo los suyos, sino todos. "Hay que abrir el gran angular del corazón para ver el mundo"... y esa frase no ha dejado de retumbar en mi memoria.
Caminar observando a pequeños, jóvenes, ancianos sorteando las enormes esculturas, confundiéndose con ellas en un rincón de la ciudad, fue reconfortante. La convivencia inesperada con un artista que hoy pasa los ochenta años y mantiene su espíritu libre, intenso. Ver instalado en el verde ese caballo dorado que me asombró y descubrir que me sigue asombrando. Reconocer que algunas cosas no cambian, no mutan, es bueno. Víctor Delfín se comparte, abrió literalmente su casa para que salgan raudos sus caballos, para que su obra se escape y sea por un instante nuestra.
Su trazo está delineado cuidadosamente, su eterna adhesión al ser humano lo construye como un luchador efusivo, tosco, sutil, contestatario, pero constante, y en esa constancia las palabras finales de aquella mañana de agosto continúan siendo las mejores para terminar este relato. "La única manera de pasar por la vida es asumiéndola con amor, sin odios, sin rencores. Porque no tenemos derecho a exigir nada, sino a dar" (Víctor Delfín).
UNA MAÑANA DE AGOSTO
Esa mañana, muy temprano, asistí a lo que sería mi primera entrevista con un personaje de renombre. Con una persona apreciada, querida y también polémica. Una inmensa escultura me dio la bienvenida, mucho jardín, mucho verde, una casa que no era una casa, un taller que no era un taller... una incógnita. Indescifrables esculturas talladas en bronce y metal emergían como árboles, sacudían mis retinas con el color... la fusión entre el mar que azotaba a lo lejos y el sonido de mi respiración consumaban una sinfonía particular.
Víctor Delfín construyó en el distrito de Barranco este lugar, un especial refugio para su inventiva y creación. Esperé unos minutos en el jardín interior y por una portezuela tallada entré a un espacio mágico. Un caballo dorado llamó mi atención, sumergiéndome entonces en la conciencia del artista plástico, en la esencia del hombre humilde que logró fabricar piezas únicas, fuertes. En eso su voz rompió el silencio, "Pase por favor, siéntese un momento".
Mi estadía en su casa se estaba transformando en un gran juego, de pronto, sentía que alguien supremo lo proponía. Retaba mi imaginación, mi curiosidad. Cada habitación era más interesante que la anterior, cada una mantenía el equilibrio perfecto entre locura y pasión. Cuadros de distintos tamaños, murales incendiados de color, espejos, rincones y resquicios aprovechados al máximo por el artista para generar sensaciones. Despertar la emoción.
SU COMPROMISO SOCIAL
Víctor Delfín, piurano de nacimiento, ya tiene 82 años, está comprometido desde siempre con los derechos humanos y la lucha anticorrupción. Ha mantenido activamente su presencia en el país alimentándola con su naturaleza social, no solo de artista. Es por ello que me intrigó cómo surge el instinto por los demás, cómo su vocación de artista lo llevó a su activismo político.
"Yo pienso que un artista es como cualquier espíritu humano, no tiene ninguna diferencia. El arte no lo excluye de los problemas, todo lo contrario. A medida que uno va enriqueciéndose a través de la cultura, que es una pedagogía, se va dando cuenta y adquiere una cultura general. Un sentimiento justo sobre la vida.
Entonces uno no se quiere perder la oportunidad de hacer algo por su entorno. Y yo creo que la característica esencial de un artista es transformar el mundo. Cuando a mi me preguntan por qué me inmiscuí en los problemas políticos, yo creo que es un deber. Es una decisión moral, porque uno tiene un compromiso con su suelo, con su pueblo, yo me siento muy agradecido con el Perú que me ha dado tanto..."
Meditando en las casualidades y de cómo la vida se encapricha, porfía en acercarte a aquello que algún día fue especial; la exposición que me regresó al recuerdo de este encuentro con Víctor Delfín está ubicada frente al Cuartel General del Ejército, el Pentagonito, en el Anfiteatro del hermoso Parque de la Felicidad, en el distrito de San Borja.
Parada allí, rodeada de su obra, esculturas, piezas de orfebrería, murales, enormes lienzos, su orgulloso y desafiante autorretrato, pensaba cómo ha cambiado el país. En los años de Fujimori y Montesinos, cuando Víctor Delfín vigorosamente batalló con estudiantes universitarios y activistas por la recuperación de la democracia, hubiera sido impensable que se pudiera apreciar su trabajo frente al Pentagonito, símbolo del poderío corrupto, dolorosa época para la libertad de expresión.
Complejas curiosidades que el tiempo guarda, sin embargo, creo que no es tanta casualidad. La oportunidad de restituir la presencia de Víctor Delfín en la escena cultural de la ciudad siempre será una buena y necesaria noticia.
Sobre esa etapa de lucha social nos contó... "Durante esos ocho años de lucha, adquirí la experiencia más formidable de mi existencia, haber alternado con los obreros, con los estudiantes, con las adoloridas madres de las víctimas de los desaparecidos, mi contacto fuerte con la juventud... Ahora cuando salgo a la calle me siento protegido por mi pueblo, por mi sociedad".
EL QUEHACER DEL ARTISTA
La sensación de estar en el lugar correcto es algo que Víctor Delfín conoce muy bien, la vocación por el arte, esa divina enfermedad, lo llevó a elegir, desde muy niño, su camino. Escogió comprar lápices de colores y hojas de papel en lugar de medias y zapatos para reemplazar los que tenía. A pesar de las carencias y pobreza, su familia lo arropó con cariño y dedicación, abrigando sus sueños, estimulando su mente. Menor entre siete hermanos, capturó el afecto y engreimiento de sus padres, quienes le enseñaron, a pesar de los mimos, a no ser egoísta.
Llegó a Lima con 19 años, huyendo de un amor adolescente no correspondido, orgulloso y terco decidió emprender su desafío. La Escuela de Bellas Artes era el punto final de la travesía, postuló plagado de temores porque no había podido pintar o dibujar con carboncillos, no conocía los óleos, la desventaja era gigante, pero el talento también.
Becado durante ocho años por su indiscutible potencial, tuvo que hacer mientras tanto de todo para sobrevivir, ayudante de construcción, jardinero, gasfitero, la vida dura que lo trasladó a la esencia misma del ser humano. Sus exposiciones y muestras han recorrido Europa, Nueva York, Ecuador, y muchos otros lugares que han ayudado a trazar una ruta artística apreciable, consagrando su nombre como uno de los más importantes artistas latinoamericanos.
Su capacidad multifacética ha explotado en todos los campos de la plástica, persiguiendo sin miedo direcciones disímiles, tallado en madera, grabado en metal, pintura, murales, orfebrería, es decir, un inagotable trabajo que buscó desesperadamente tocar todo aquello que existe para comunicar.
Su visión crítica lo hizo reflexionar sobre el arte y la situación en el país, reflexiones muy personales que recobran importancia cada día. "La gran obra teatral no se ha hecho en todos estos años. Ha habido una ausencia de los artistas, y yo creo que se debe a una falta de generosidad. La mayoría está pensando en Europa, en otro mundo. Los peruanos no amamos el Perú, ese es el problema de la gente... eso hay que corregirlo, y es a través del arte, que siempre deja una enseñanza. Uno se va liberando, se va cuadrando, se da cuenta quién es".
Por ello su obra siempre está dirigida a la calle, "para mí la cosa está en la calle" el arte que se integra con el público, que no lo excluye. Han pasado varios años y vuelvo a toparme con Delfín en un parque, al aire libre y renuevo mi esperanza en que el arte va a seguir fluyendo en la ciudad, pero así, naturalmente. "Es una pedagogía, eso es el arte. Yo no tengo más que tercero de primaria, no necesité ir a estudiar secundaria, y a veces hasta me felicito... eso sí, leo bastante" (Víctor Delfín).
DE FRENTE AL MAR
Una feliz iniciativa de la Municipalidad de San Borja, haber celebrado los 26 años del distrito con esta exposición, una propuesta que alegra la vista, el corazón y reconoce el trabajo de un artista peruano. Involuntariamente el tiempo retrocede, el sello de Víctor Delfín confronta, cuestiona. Rescata la persistente interrogante de por qué llegamos a tanto, por qué la intolerancia y corrupción se instaló en nuestro país, por qué, en algunos casos, se sigue instalando.
El mundo interior de Víctor Delfín se traduce en su obra, se manifiesta con una fortaleza enérgica, se lee en esa capacidad intuitiva de medir el pulso de la ciudad, de la gente común, como la escultura del Parque del Amor, aquella pieza mítica que muestra un apasionado beso. Una muestra de que no existe límite, no hay prejuicios inmiscuidos en el proceso creativo. La entrega no ofrece resistencia.
"Haber nacido con esta facultad ha sido una bendición, porque cuánto me he divertido, cuánto he vivido, cuánta gente hermosa he conocido, es decir, me puedo morir esta tarde con la absoluta convicción de que la he pasado muy bien". Su admiración más grande es por la vida, la gratitud por lo recibido y la sencillez con la que ha llevado su éxito, lo inspiran a apreciar lo más pequeño, lo más simple.
Así como la chatarra se convierte en arte, así como el material despreciado en sus manos encuentra forma, estilo, identidad. "Yo me despierto muy temprano asustado porque de repente es el último día. Apenas aparece un rayo, como no tengo cortinas en mi dormitorio que está frente al mar, veo la luz, y me despierto. El día para mí es una especie de regalo. Siempre es un hermoso regalo".
Si hay algo que nunca olvidé de aquel día fue la calidez de su mirada, la combinación entre rigor y delicadeza, escucharlo admitir con cierta pena que es un "apasionado pero mientras dura el instante", comprenderlo a través del tiempo, percibir mejor su inquietud por el presente, su desgano por el futuro.
Su desapego a los vínculos establecidos y su universal espectro de afecto cuando me dijo que veía a las personas como símbolos, cada niño es su nieto, cada joven su hijo... no le pertenecen sólo los suyos, sino todos. "Hay que abrir el gran angular del corazón para ver el mundo"... y esa frase no ha dejado de retumbar en mi memoria.
Caminar observando a pequeños, jóvenes, ancianos sorteando las enormes esculturas, confundiéndose con ellas en un rincón de la ciudad, fue reconfortante. La convivencia inesperada con un artista que hoy pasa los ochenta años y mantiene su espíritu libre, intenso. Ver instalado en el verde ese caballo dorado que me asombró y descubrir que me sigue asombrando. Reconocer que algunas cosas no cambian, no mutan, es bueno. Víctor Delfín se comparte, abrió literalmente su casa para que salgan raudos sus caballos, para que su obra se escape y sea por un instante nuestra.
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Víctor Delfín: ´Opción más sana para el país es el candidato Humala´
Lunes, 18 de Abril 2011 | 11:08 pm
El artista plástico afirmó que no hicieron ningún pacto ni alianza con el líder nacionalista y que convocatoria fue para conocer su posición.
El artista plástico Víctor Delfín, recalcó que no se ha sumado al proyecto de Gana Perú y que sólo quiere saber cuál será la posición de Ollanta Humala de llegar a la presidencia.
“Cuando nos reunimos después de los resultados, obviamente que pensamos que la opción más sana para el país es el candidato Humala”, señaló en declaraciones a RPP Noticias.
Afirmó que no hicieron ningún pacto ni alianza con el líder nacionalista. “Conocemos la mala catadura de la mafia fujimorista y lucharemos contra ellos”.
Dijo que estuvo en el mitin de Alejandro Toledo porque fue uno de los que luchó contra el fujimorismo. “Esa mafia cruel que gobernó durante muchos años con desapariciones y crímenes. Todo esto no se puede olvidar fácilmente, hay mucha sangre y muertos”.
Sostuvo que le preocupa el destino democrático del país, pero si le piden trabajar en un eventual gobierno de Gana Perú no tendría problemas en asesorarlo en temas culturales.
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FUENTE:
http://pipl.com/directory/people/Victor/Delfin
Dijo que estuvo en el mitin de Alejandro Toledo porque fue uno de los que luchó contra el fujimorismo. “Esa mafia cruel que gobernó durante muchos años con desapariciones y crímenes. Todo esto no se puede olvidar fácilmente, hay mucha sangre y muertos”.
Sostuvo que le preocupa el destino democrático del país, pero si le piden trabajar en un eventual gobierno de Gana Perú no tendría problemas en asesorarlo en temas culturales.
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FUENTE:
http://pipl.com/directory/people/Victor/Delfin
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Some Quick Facts about Victor Delfin: | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Delfin is proud of his place in the unoroken heritage of Peruvian art from Source: VICTOR DELFIN [ | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Delfin was born in 1927 and studied painting and drawing at the School of Fine Arts in Source: Knee Deep In Mud: March 2006 [ | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Victor Delfin had lived with Source: www.suite101.com... [ | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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